El fenómeno asertivo y la deconstrucción del ser

Existe una oposición entre el cuestionamiento y la asertividad, por un lado, mientras la asertividad relaciona la afirmación y la convicción de dicha afirmación, parecería ser que el pensamiento filosófico al cuestionar sin cesar todas las razones, hechos, acciones, consecuencias y efectos, no dice más que algo inconcreto.

Pues concretar cualquier cosa requiere de un análisis, por lo menos en términos filosóficos, en cierta medida dicha asertividad podría ser entendida como arrogancia y falta de profundidad.

Sin embargo el papel que juega la asertividad en el terreno de la autoafirmación y aceptación personal, dado que permite sentar bases solidas de pensamiento donde la persona y su ser pueden construir toda una serie de razonamientos, acciones y estilos de vida.

La falta de asertividad y la eterna duda entre pensamientos que flotan no permite que nada se afiance, esto condena a la persona a un estado de eterna duda y ausencia de certeza, aún cuando sea legítimo en el terreno filosófico dudar y cuestionar eternamente, en términos pragmáticos una persona que no construye una certeza no puede reposar ese cúmulo de ideas en ninguna parte.

El aspecto más involucrado en dicho proceso, es la comunicación. Comunicar de forma poco asertiva condena a cualquier mensaje a sonar vacío. La importancia de imprimir los elementos indispensables en un mensaje para ser considerado integralmente comunicado, involucran directamente el contenido del mismo, la claridad con la que se expone el argumento concreto a comunicar, el llamado a la acción, en caso de que exista, y la asertividad con la cual se está comunicando. En caso de que alguno de los elementos se ausente, dicho mensaje será recibido sin el impacto que necesitaba, o por lo menos que era capaz de generar.

Por otro lado, la asertividad sin fundamento es pura arrogancia. Si bien puede producir efectos eficientes en la comunicación, eventualmente la correlación entre asertividad e incongruencia acaba destruyendo todo lo que esa imagen de realidad ha dejado de tener. Tampoco se puede construir castillos sobre la arena y tener la ilusión de que se mantendrán eternamente de pie.

Una vez más llega el punto de encontrar un balance entre los mensajes que deben enviarse y como deben ser enviados, si bien cada interacción es distinta y guarda características esenciales y únicas, valdrá la pena juzgar que patrones comunes pueden respetarse y se esta forma desarrollar una congruencia, una constancia o consistencia que permita a quien recibe el mensaje entender un contexto completo, un mensaje silencioso y representativo, más allá de las palabras que encierra.

Por tanto es importante que se genere un debate, que más bien llamaría: encarnizada lucha contra los conceptos ambiguos que dominen mi mente, y que expulsarlos a una arena donde luchen contra conocimientos más pragmáticos y que lo que sobreviva dentro de esa forma de pensar, tenga el valor de y el sentido de enviar un mensaje uniforme, integral y asertivo.

Sobre las drogas de poder

Hoy por la mañana, me preguntaba una de las tantas voces que habitan en mi cabeza, que opinaba sobre las drogas de poder y de manera sucinta esto fue lo que le respondí, obviamente en silencio y con mucha paciencia:

No creo que exista tal cosa como las drogas de poder, y no es que niegue los probados efectos, tanto alucinógenos como mentales que provocan diferentes sustancias, pero creo que el poder no proviene de las sustancias sino de la misma capacidad humana de sentir.

Sería aventurado emitir juicios sobre cuestiones físicas, químicas y médicas, por lo que trataré de explicarme desde el ámbito de la filosofía y la especulación racional, por encima de una serie de pruebas fisico-químicas mismas que, de por sí, ya me hacen dudar bastante.

Las diversas situaciones a las que se ven orillados los seres humanos a lo largo de su vida, producen una serie de efectos de todo tipo en la forma como estos perciben la realidad, es decir: Los acontencimientos del mundo afectan y forman la percepción de las personas.

Estamos expuestos a una gran cantidad de productos, hechos de una gran derivación de componentes de todos tipos, simplemente las envolturas de estos productos ya resultan bastante escalofriantes, en términos de componentes creados por el hombre.

Sin que esto me asuste o me ocupe demasiado, es un claro ejemplo de la casi absoluta ausencia de pureza en el entorno en el cual vivimos. Dicho lo anterior empero, jajaja empero, vivimos en un ambiente artificial, química y físicamente modificado según nuestra necesidad y la necesidad misma de los productos de resistir las inclemencias del paso del tiempo. Nosotros mismos nos vamos modificando en la medida que podamos seguir manteniendo la apariencia, o el ritmo de vida que nos gusta llevar, aunque esto implique dejar la pureza de la cual partimos, y eso, en un sentido meramente coloquial puesto que nosotros desde que somos concebidos hasta que nacemos ya tenemos una fuerte cantidad de elementos no naturales en nuestros organismos, tales como: vitaminas, minerales, suplementos, etc.

Del término: «lo natural» y la contradicción con la que se aplica


Ya que atravasé un poco sin desearlo, el tema de «lo natural» me gustaría abundar en mi opinión sobre como la gente utiliza el término para justificar sus principios morales fundamentales, aún cuando no sólo no tenga sentido sino que ampliamente se contradice de acuerdo a la circunstancia, necesidad del discurso y en el peor de los casos, la cerrazon personal de cada individuo.

Según la Wikipedia; y muy a pesar de los deseos frustrados de mi maestra checa sobre la calidad de la información encontrada en esta plataforma, he decido usarlo no sólo porqué confío plenamente en la validez de este recurso, sino que además uno puede verificar dichas referencias, mismas que adjunto aquí. por desgracia las personas con los años se vuelven mentalmente viejas y todos los conceptos que se empecinaron en poseer se vuelven muros de concreto que los encierra en sus cenilidad y aisalmiento. Y sí, la desprecio profundamente; la naturaleza o lo natural es:

La naturaleza o natura, en su sentido más amplio, es equivalente al mundo naturaluniverso físicomundo material o universo material. El término «naturaleza» hace referencia a los fenómenos del mundo físico, y también a la vida en general. Por lo general no incluye los objetos artificiales ni la intervención humana, a menos que se la califique de manera que haga referencia a ello, por ejemplo con expresiones como «naturaleza humana» o «la totalidad de la naturaleza». La naturaleza también se encuentra diferenciada de lo sobrenatural. Se extiende desde el mundo subatómico al galáctico.
La palabra «naturaleza» proviene de la palabra germanica naturist, que significa «el curso de los animales, carácter natural.»1 Natura es la traducción latina de la palabra griega physis (φύσις), que en su significado original hacía referencia a la forma innata en la que crecen espontáneamente plantas y animales. El concepto de naturaleza como un todo —el universo físico— es un concepto más reciente que adquirió un uso cada vez más amplio con el desarrollo delmétodo científico moderno en los últimos siglos.2 3

  1.  Harper, Douglas. «Nature». Online Etymology Dictionary.
  2.  El título del libro Philosophiae Naturalis Principia Mathematica de Isaac Newton (1687), por ejemplo, se traduce por «Principios Matemáticos de la Filosofía Natural», y refleja el uso frecuente, en aquella época, del término «filosofía natural«, que equivale a «estudio sistemático de la naturaleza».
  3.  La etimología de la palabra «física» revela su uso como sinónimo de «natural» a mediados del siglo XV: Harper, Douglas. «Physical». Online Etymology Dictionary.

Si bien no quiero destruirme la mente rebotando entre conceptos más complejos y que además no tiene sentido ir para allá, (hacia la destrucción de la mente) lo natural es ese curso de los elementos existentes sin que el ser humano infrinja dramáticamente en él.

Un ejemplo simple sería una planta que crece a raíz de la caída de un fruto, dicho fruto caído producto del viento. Y así sin mayores ayudas desarrolla una planta.
Por más estúpido que suene lo anterior, eso es lo que en términos muy generales podríamos entender como natural.
Visto desde esta perspectiva, nada de lo que nos sucede hoy en día es natural. Desde que despertamos, lo que comemos, en donde vivimos, cuando excretamos (por lo menos generalmente) y hasta usar un condón para evitar la fecundación es antinatural.
Hasta ahora nada de lo anterior debería asustar a nadie. Somos seres que vivimos de forma antinatural y cómoda, que comemos más de lo que necesitamos y bebemos más de lo que sacia nuestra sed. Eso sin contar la cantidad de cosas que consumimos con la única finalidad de obtener placer, en cualquiera de sus presentaciones.
Es probable que exista un porcentaje de seres humanos que tengan un estilo de vida más apegado a lo natural, pero eso no me es relevante en este momento.
Lo que si es relevante, es cuando las personas utilizan el término: «lo natural» como lo que la moral que ellos conocen y que además profesan, dicta. Utilizan lo natural y lo antinatural como actos que la naturaleza misma aprueba y desaprueba, no hay nada más juicioso y ridículo que sostener la premisa que algo que es antinatural debería evitarse.
Entonces tendríamos que dejar de vivir como vivimos, y esas cosas consideradas antinaturales, pasarían a un segundo término, a distancias planetarias el primero del segundo.
Regresando a las drogas de poder y el poder de la mente humana

Podría decirse que las sustancias estimulan el cerebro permitiéndole alcanzar estadios superiores, o para no entrar en más polémicas dentro de mi cabeza, digamos «diferentes» pero cabe señalar que por medio de prácticamente cualquier actividad, los seres humanos podemos producir todo tipo de sustancias, mismas sustancias que actúan como dichas sustancias de poder produciendo sensaciones, experiencias y nuevas realidades.
Por lo tanto, es el poder de la mente aún más poderoso que la capacidad de ingerir sustancias y el curso que define una vida, proviene primordialmente de la sensación de dominio de uno mismo, por encima de la experiencia momentánea que pueda tenerse por el consumo de alguna sustancia.
En mi opinión, las sustancias deben consumirse meramente con fines recreativos y en general el ser humano debe estar abierto a cualquier tipo de experiencia que le permita conocerse a si mismo. Ahí radica el poder en sí mismo.

La duda filosófica

Ayer mientras discutía sobre la duda filosófica, me dí cuenta de lo equivocado que estaba respecto a la verdadera implicación de dicho término. Sin embargo puedo decir, que me parece más claro ahora, aunque reconozco, no estoy seguro si tengo la capacidad de dudar de esa manera.

¿Es acaso posible dudar por completo de todo? Y si fuera posible, ¿Es posible reconstruir algo a partir de ningún concepto? La verdad es que si la realidad es simplemente una creencia de lo que es real, entonces si es posible dudar de las propias creencias es posible dudar de la realidad misma.

Obviamente lo anterior, limitado a la percepción individual y probablemente resulte imposible equiparar a otros seres humanos, o simplemente abundar en este tema de forma general.

Pero lo que en verdad me hace pensar, es el hecho de que la realidad se forma sobre creencias, percepción es realidad, el discurso se vuelve realidad. ¿Qué hace que adoptemos un discurso como real? Porque definitivamente nos vamos llenando de conceptos y una vez que los aceptamos forman parte de lo que creemos y de esa manera vivimos.

Sin embargo, estos mismo conceptos son los que generalmente nos limitan o nos encasillan en callejones sin salida, dado que es muy dificil que un discurso pueda englobar de manera congruente todo lo que se manifiesta en la realidad. Así mismo, la dinámica de la vida nos obliga constantemente a buscar más discursos que expliquen un mayor número de cosas, pero el criterio que aplicamos comienza a variar según las condiciones que se busquen en determinado discurso, pues las personas podrían aceptar la existencia de entes metafísicos bajo condiciones con las cuales no están juzgando el resto de los entes materiales, es decir, creemos cosas bajo determinadas circunstancias, y creemos en otras cosas bajo circunstancias diferentes, pero que en ocasiones se superponen de cierta manera que si tuviéramos que juzgar ambos elementos desde el mismo discurso se volverían incongruentes unas u otras.

Entonces, lo que hacemos ¿Es un simple engaño? Creemos fervientemente en las leyes de la gravedad que responden a la aplicación de un método científico, pero también creemos en la reencarnación que proviene de un discurso absolutamente metafísico y hasta consideramos pruebas empíricas poco concluyentes como razones solidas para asegurar que eso existe. Por otro lado creemos en el hermandad y en que todos somos una gran consciencia, mientras defendemos, incluso al grado de asesinar a otros seres humanos el derecho a la propiedad privada.

Seguro estoy que todo lo anterior requerirá una argumentación mucho más formal y poderosa que los simples esbozos que he dibujado en mis líneas anteriores, pero el sentimiento es ese. Los seres humanos ni buscan argumentos y razones solidas que expliquen con claridad y objetividad las creencias que fundamentan su realidad. Sólo vamos por ahi en busca de alimentar las creencias que nos parecen agradables, mismas que mutan todo el tiempo y se vuelven inestables. Se desdibujan unas a otras y se vuelven incongruentes, aunque pareciera ser, que es un fenómeno parecido al de las abejas, que hablando en términos de la física, el hecho de que puedan volar es imposible pero ellas no lo saben.

Escasez

A quien corresponda:

No por ser un día de verano, las hojas de los arboles no van a caer. Aunque existen razones suficientes para enlazar el sentido de los actos recientes en un determinado momento histórico, no enlazarlos es igual de válido. Por eso parece ser un placer caprichoso de algunos seres humanos el pensamiento crítico.

¿Qué responsabilidad existe en los actos conscientes de una persona que considera el asesinato un oficio aceptable? ¿Qué más da que este individuo haga consciencia, se cuestione y hasta actúe de acuerdo con su moral? Al final los que no matamos, sólo tenemos esa singular distinción de los asesinos.

Parece ser que la acción es la forma más válida de interacción. El juicio ya es un tanto quisquilloso. Cada día que pasa hablar se vuelve más incoherente. Las conversaciones están llenas de elementos que obstruyen la comunicación. He notado que muchas cosas dentro de un mensaje, no sólo son innecesarias, sino que implican un alto grado de contextualidad, que si bien ya tenía claro que en mi país el contexto es sumamente importante, me temo que no había reparado en esta práctica en muchas ocasiones es causal de malos entendidos.

Por eso ya no se que decir, ni que pensar. Todo lo que había creído luce tan parco, tan hueco, tan superficial. Y pues parece que no sé, o nunca supe donde indagar lo que realmente tiene caso conocer, degustar y probar. Supongo que debo tomarlo con calma y dejar que el presente me envuelva en su instantaneidad, su tiempo sin tiempo, como una fotografía.

Es como la belleza de una mujer bella. Belleza que se esconde principalmente en sus palabras y en sus ojos, pero que se desborda en su aroma, en sus manos y en como te toca. Vive en la expresión de su rostro, por eso no se va con los años, la juventud la esconde pero no para siempre. Pero sin duda la única arma que tiene la belleza auténtica se encuentra en la voz apacible de una mujer segura de si misma y que no tiene miedo a hablar sin la necesidad de decir algo. Es la inteligencia natural y graciosa, la seducción y el poder de los cuerpos femeninos de hacer con todo lo que existe un espejo.

Paradójicamente tanta vitalidad y fuerza que parecieran ser eternas, se disuelven fácilmente en el miedo, el ego y en lo superficial.

Es difícil pues explicar con palabras lo que considero ningún discurso puede englobar, me gusta tanto escribir que me obligo a pensar en voz alta, un poco para aclarar mis ideas y otro poco para corroborar que existen y hasta posiblemente hagan sentido, en otra realidad ajena a la mía.

Y sino no importa, lo que tengo que hacer ahora es: observar.

Observaciones sobre el pensamiento filosófico, Theodor W. Adorno

En el inicio del texto Adorno hace una diferencia entre el pensar en cuanto a lo pensado y el pensamiento filosófico, donde antes que iniciar a desenredar características particulares de cada uno de estos tipos de pensamiento, primero explica sus similitudes y casi la dialéctica entre los términos pero más sobre dichas actividades.

Por un lado, en el movimiento intelectual de la ilustración, se adopta la mecanización de los procesos, tal como en el método científico no se cuestionan ni se analizan, sólo pareciera ser, que se busca la satisfacción del mismo resultado en todos los eventos realizados bajo las mismas circunstancias, pero que eso no le da una razón absoluta al fenómeno, dado que lo único que esta haciendo, es nombrando a un suceso particular y hacerlo válido para un universo de fenómenos relativamente similares.

El pensamiento crítico que tienen las ciencias sociales y que por lo tanto tiende a generar conceptos mucho más particulares y que, carecen de una repetición tan obvia y encubable como los experimentos científicos, dado que su campo de estudios son los seres humanos, y no existe razón alguna que justifique menguar la existencia de los individuos, dado la brevedad y valor individual de la vida, experimentar y repetir condiciones particulares con seres humanos, quedando claro así que el hecho de que las ciencias sociales no vean imprescindible repetir cada fenómeno sobre el que estudian para considerarlo válido y razonable en la cuestión que está analizando.

Este proceso de mecanización y generación de conceptos científicos, obliga al individuo a abandonar el proceso y ser simplemente un ejecutor, sin imprimirle nada en particular, más que, probablemente, el talento de llevar a cabo el proceso al pie de la letra. Bien, no está en ningún momento agregando valor a la cadena del conocimiento y sí está deteniendo ahí todo avance tecnológico. Es cuando el científico rompe con el canón orillado por su curiosidad y su observación, válgase aquí la expresión: Su intelecto. Ese pensamiento crítico y creador que en definitiva tiene que ser el pensamiento filosófico.

«La ciencia necesita de quien no la ha obedecido, lo que para el espíritu de la ciencia es verdaderamente valioso es lo que ella difama, momento del idiotismo, al que consecuentemente la ciencia se condena y del que inconscientemente se avergüenza.» (pag. 17)

Por tanto, sin que Adorno descalifique categóricamente a un pensar sobre el otro, si cuestiona con profundidad el porqué se posiciona a uno sobre el otro y recibe mayor atención un tipo de concepto sobre el otro. El pensar es un proceso complejo y fundamentado en la dialéctica misma de todas las cosas, según aquellos que explican el acontecer de los hechos y las cosas con base en esta teoría.

Ejemplificado con la frase: «Siempre que el pensar es verdaderamente productivo, creador, es también un reaccionar. La pasividad está en el corazón de lo activo, es un adecuarse del yo, al no-yo. Para ser siempre productivo, debe estar determinado por su cosa. Esa es su pasividad. Su esfuerzo coincide con su capacidad para aquella.» (pag. 13)

El mensaje que parece dibujarse con claridad en las palabras de Adorno va más allá de calificar y separar una serie de elementos para entender la distinción entre un pensamiento y el otro, sino darle el justo valor a ambos y mostrar de una manera clara y profunda la importancia de no enfocar ambos entendimientos como absolutos sino aprender a mediar entre ellos para sacar el mejor provecho de las capacidades intelectuales de los seres humanos.

«La reflexión filosófica no hará sino romper el proceso del discurso» (pag.15) En el sentido que, para poder introducir un nuevo pensar que se empate mejor con las condiciones actuales del presente, el concepto en sí deberá ser, una vez más, puesto en la balanza, discutido y analizado, con la finalidad de ser lo más acertado a su materialización del presente en la realidad.

Finalmente, y lo valioso desde mi punto de vista, desde este texto es la siguiente máxima: El pensamiento sólo es útil si transforma la realidad y colabora con la creación de una mejor convivencia entre todos los elementos del universo. De esta forma el pensamiento se vuelve el motor de la transformación en todos los niveles de la actividad humana y su existencia, y la convivencia ideal se acerca por medio de la capacidad del hombre de razonar, de criticar de crear. Y jamás debería justificar ni aceptar, la resignación, la entrega absoluta del poder que tiene el conocimiento, a repeticiones ciegas y temporales del entendimiento de un fenómeno en particular y llamarlo universal dentro de una gama de fenómenos similares. Un ejemplo de esto es la siguiente linea del texto de Adorno: «Cuando el pensamiento filosófico no alcanza el ideal de renovación constante a partir de la cosa, fracasa, por mucho que se encuentre en textos importantes.» (pag. 16)

El pensamiento debe transformar y dar forma a la sociedad, y no venir a justificar el por que, las condiciones están dadas y la sociedad sólo se adapta a los cambios determinados por una mano invisible. Esa es la diferencia entre los filósofos y los economistas.

Teoría Tradicional y Teoría Crítica de Horkheimer, Reporte de Lectura

El papel de la ciencia y la teoría en la época del autor, es profundamente analizado por Horkheimer en la sección titulada: Teoría Tradicional y Teoría Crítica, de su libro: Teoría Crítica. Primero explica que es la teoría, como es entendida en ese momento, y más adelante la cataloga como teoría tradicional, en este punto comienza a explicar la interacción que esta teoría tiene con la “praxis cotidiana” y como se permea dentro de la ciencia y la teoría, la realidad y la cotidianeidad de la vida de las personas, dado que estas teorías se formulan por personas que, profesionalmente son científicos, pero como individuos dentro de una sociedad, también son padres, hermanos, ciudadanos, partidarios de una posición política, etc.

Esta filtración que puede ser leve o profunda según las condiciones, son lo que el autor llama la teoría crítica, donde se entiende la teoría como una consecuencia no sólo del esfuerzo y del trabajo científico sino también de la interacción histórica de los seres humanos, las condiciones económicas y ambientales que rodeaban al momento en que dicha teoría fue edificada.
Así mismo, crítica a esta separación entre praxis y teoría, puesto que esta separación, primordialmente, es la que conduce a un sistema esclavista y de dominio sobre los mismos seres humanos, y según el autor, sólo por medio de la teoría crítica se puede racionalizar los procesos científicos en función de un desarrollo integral de todo el aparato social, y no sólo en busca de renovar las condiciones suficientes para repetir el modelo político social y económico de todos los estados una y otra vez.

Teoría Tradicional y la Ciencia

Según el autor la teoría es “La acumulación del saber en forma tal que este se vuelva utilizable para caracterizar los hechos de la manera más acabada posible” y está forma parte en la clasificación y entendimiento objetivo de todas las cosas sensibles que rodean a los seres humanos. Por medio de esta ciencia el hombre sigue cierto orden en la obtención de información y puede universalizar los conceptos, lo cual le permite a su vez generar premisas fundamentales y así, ir desarrollando ciencias especializadas en procesos particulares dentro de la actividad del planeta, de los seres humanos, y sus interacciones entre sí.

Esta “conducción ordenada” se basa en el método deductivo de obtención del conocimiento, lo cual, simplemente es una forma de obtención del conocimiento y no necesariamente arroja las mejores conclusiones en todos los casos. Según Husserl la teoría es “el sistema cerrado de proposiciones de una ciencia” y es un “encadenamiento sistemático de proposiciones bajo la forma de una deducción sistemáticamente unitaria” según Horkheimer.

Lo anterior significa en forma sencilla, que las teorías se han ido aproximando más a modelos matemáticos de sucesión de pasos, es decir a una construcción matemática. En el caso de las ciencias sociales, estas tratan más de investigar hechos y/o en principios que no necesariamente parten en sí de la teoría misma, sino de la experiencia presente o la inquietud de una situación que se lleva a cabo en un contexto determinado. Aún los empiristas por medio de otros métodos se acercan a diversos resultados y estudian distintos escenarios en busca del conocimiento.

Aunque el pensamiento empírico no actúa directamente bajo el esquema del método científico necesariamente, las construcciones sobre las cuales se determina el éxito o el fracaso, la corroboración de una hipótesis o su falta de validez, por medio de parámetros basados en la experiencia, en lo deseable, en lo que adecuado, y todo esto está a su vez determinado por la construcción mental del investigador, es decir, está carga cualitativa que le ayudará a pensar sobre su investigación, ya tiene su origen en bases que no necesariamente, por un lado, está consciente, y por el otro lado, sean absolutamente objetivas para conseguir el resultado menos parcial.

Sin embargo lo anterior, no implica un salto o una disyunción frente al concepto que los teóricos tienen acerca de la teoría, aunque los principios, así como las materias de estudio pueden variar, en realidad no hay una diferencia entre lo que el sociólogo, el matemático y el empirista entienden por teoría, según lo que plantea Horkheimer.

Es justo después de entender esta breve observación, así como entender el proceso empírico de desarrollo que empezamos a entender la carga que lleva la teoría en sí misma, dado que quien la produce tiene toda una carga moral, intelectual, social y ambiental que inevitablemente conduce a que juzgue como deseable alguna cosa sobre otra.

“Los progresos técnicos de la época burguesa, son inseparables de esta función de cultivo de la ciencia. Por una parte, mediante ella los hechos se vuelven fructíferos para el saber aplicable a la situación dada; por otra parte el saber del que se dispone es aplicado a los hechos”. (Horkheimer, pag. 228, 1937). Y afirma pues que la transformación de las estructuras científicas dependa de la situación social respectiva, es algo que se puede afirmar. En una primera instancia lo que el autor comienza a desenredar aquí, por medio de ejemplos más que con argumentaciones formales, es la inseparabilidad entre la aplicación de la teoría científica y la interacción social, pues esta no puede llevarse a cabo fuera del ámbito social, siempre que esta quiera ser aplicada y no simplemente probada.

Hasta este momento, según Horkheimer, la actividad científica es una actividad más, como el zapatero, o el herrero, el científico desempeña una labor y hasta ese punto no se había hecho consciencia sobre el impacto de la teoría en la vida cotidiana, no se considera, en congruencia con lo anterior, a la ciencia como un agente dentro de la sociedad y en la vida de las personas. Cuando en realidad debería no sólo ser entendido como parte integral de dichas investigaciones sino que la ciencia misma se va desarrollando en la praxis cotidiana por todas las personas, es la manera como todos van desarrollando diversas concepciones, técnicas y rasgos particulares, sin que necesariamente cada individuo desarrolle, formule y exponga una teoría en particular. Una ampliación de lo anterior se describe mejor en la frase: “La producción es la producción de la unidad, y la producción misma es el producto” (Horkheimer, pag. 232, 1937)

Es en este punto donde viene el desarrollo más completo sobre la distinción entre un tipo de teoría tradicional y crítica. Por medio del análisis de la historia de occidente podemos observar como el desarrollo de la sociedad misma se vió impulsado en gran medida por los desarrollos técnicos de la época, pero a su vez esto permeó en la filosofía y nacieron conceptos como la libertad, la igualdad y la autonomía, mismos que a su vez dieron paso a nuevos movimientos vanguardistas que no sólo proponían una corriente artístico filosófica, sino que buscábamos cambiar los esquemas actuales de realidad y sociedad. Y de esta manera se va desarrollando la historia y cada parte de la sociedad va a impulsando y diferente medida una tendencia y una materia prima para que se siga generando el presente y el futuro.

Un ejemplo de lo anterior se expresa en la siguiente frase: “Los científicos, en la medida en que no sólo lo piensan (la teoría) sino que son consecuentes con él, no pueden actuar con autonomía” (Horkheimer, pag. 261, 1937) Pues según la teoría crítica no sólo divide entre teoría crítica y tradicional, más bien explica porque, toda la teoría en realidad debería ser crítica, y que existe plena unidad entre ciencia y praxis. Y dado que los seres humanos no sólo basan su día a día en la técnica que aplican a proveerse de recursos sino que de ellos emanan las más diversas inquietudes, cuestionamientos, miedos y sueños, la teoría deberá entender que todas estas situaciones están marcando el rumbo de los descubrimientos y acercamientos científicos.

El pensamiento crítico fomenta este desentrañamiento y análisis de los conceptos más originarios dentro de toda teoría, entenderla a partir de los elementos desde los cuales fueron construidas, desde la orientación política de los científicos, quienes están patrocinando dichos estudios, el país que los está realizando y la teoría que se está proponiendo. Por medio del análisis crítico permite entender en mejor medida cuales son las implicaciones de ese pensamiento y permite delimitar su campo de acción y devolverle a la ciencia su carácter de herramienta en el entendimiento de la realidad así como la incorporación de técnicas utilizables para la obtención de beneficios en la actividad humana y en su relación con la naturaleza, y no como argumento último muy cercano al concepto cristiano de dios.

Un muy buen ejemplo y que el autor explica a lo largo de todo el texto, es la concepción capitalista y liberal de la economía, que gracias al desarrollo de una idea general, se lograron llevar a cabo un importante crecimiento en la producción de mercancías, tránsito y comercialización de bienes, de igual forma al desarrollo de una generación de riqueza inmensa y el control sobre gran parte de la tierra, los medios de producción y gran influencia política principalmente en occidente. Sin embargo bajo los parámetros de la teoría tradicional, no contempla todo lo que eso está afectando a la interacción entre las personas y las diversas necesidades que pueden originarse de dichas relaciones entre medios de producción, lo que invariablemente para cualquier persona humanamente consciente, salta a la vista la necesidad de replantear el entendimiento de ciertos conceptos que han sido aceptados como inamovibles, provocando así la repetición incesante de una cadena interminable de abusos contra los estratos más bajos dentro de una sociedad.
La teoría crítica, pretende no caer en este engaño de “conceptos inamovibles” en donde una piedra falazmente colocada ha servido para dar legitimación a un modelo de pensamiento claramente esclavista y controlador. Así mismo la integración entre todos los elementos tanto intelectuales como sociales, permite que haya una constante comunicación entre todas las diferentes materias que se estudian en el mundo y de esta manera formar conceptos mucho más complejos e integrales que busquen satisfacer las necesidades humanas tanto en un nivel intelectual como de aplicación.

Esto nos lleva a pensar profundamente en lo efímero de ciertos conceptos, y de la importancia de una constante revolución intelectual que permita desarrollar conceptos siempre más afines a las necesidades humanas del presente, puesto que es muy posible que la dinámica social rebase a la dinámica científica o de la teoría. Siguiendo esta lógica no me sorprende que hoy en día nuestra sociedad este regida en su gran mayoría, por praxis antiguas, por conceptos que no aplican a la interacción humana de nuestros días, y que, a falta de una corriente que rompa con aquellos paradigmas, se siguen repitiendo conductas injustas o no deseables o que simplemente resultan anticuadas en la modernidad.

Finalmente parafraseando al autor, entender al ser humano como un sistema cerrado limitado a las condiciones que la misma teoría la impone es limitar al hombre a volverse un instrumento o aparato determinado por condiciones fijas y determinadas, lo cual en sí, es renunciar a la esencia del pensar.

Si bien es cierto que es imprescindible tener bajo cualquier argumentación un esquema de información confiable, caer en la contradicción de detener ese concepto en el tiempo y dejar de indagar sobre su propia evolución es condenar al concepto a estancarse, perder valor en la realidad y además puede prestarse a una profunda manipulación dado que puede resultar beneficioso esa ambiguación conceptual. Sería inocente pensar que toda esta cuestión va mucho más allá de que el hombre “no se haya percatado” de la carga moral que se imprime en toda actividad científica simplemente es desenmascarar dicho proceso y dejar de dar por hecho que la ciencia por ser ciencia tiene siempre la razón.

No olvidar que esta ciencia se genera por seres humanos, con cargas morales, intelectuales, nacionalistas e interés económicos, que no pueden separarse de su actividad profesional. Es por medio de la compresión de esta unidad entre producción, proceso de producción y producto, que se puede entender que los tres elementos son la producción misma, el proceso completo de existir en el mundo es un resultado de todas las interacciones posibles e imposibles que se llevan a cabo y que invariablemente conducen al desarrollo de todo lo que vendrá en el futuro, sin embargo sólo por medio de la crítica a la teoría misma, podremos acercarnos a pensamientos más racionales y humanos.

Bibliografía

Teoría Crítica, Max Horkheimer. URL: http://es.scribd.com/doc/9000126/Max-Horkheimer-Teoria-critica