4 meses en Dubai

Han pasado ya muchos días desde que deje mi país de origen y que vivo en este lindo apartamento en Sport City, Dubai.

No ha sido facil, la vida acá es distinta y el día a día es también muy distinto en términos generales. Sin embargo cada día que pasa esto se parece más y más a la vida en cualquier lugar.

Extraño mucho a mis amigos, a mi familia, a mi ciudad, la comida, las tortillas, el olor, las calles de la ciudad, las bicicletas, las fachadas de la Condesa y las chicas hermosas de la colonia Roma.

Extraño que mis amigos me lleven a lugares extrañísimos a comprar plantas medicinales ilegales de calibres insospechables. Extraño mi estudio, mi computadora enorme y editar los videos que había grabado en la semana. Despertarme y tomar la bicicleta para ir a la oficina y después desayunar en una de las tantas opciones que tenia a unos pasos de mi lugar de trabajo.

No extraño el aroma del metro, ni su calor. No extraño las caras depresivas del 80% de los que ahí viajan y tampoco extraño la sensación incomoda de transpirar el sudor de otros.

No extraño los peseros, ni las calles llenas de basura. Extraño las semillas enchiladas que venden de 5 y de a 10 afuera de cualquier metro y extraño que exista un local a cada paso que das en cualquier lugar que te encuentres.

Pero que más da lo que extrañe. Si algo me ha quedado claro que es nada existe. Todas estas cosas difícilmente las veía cuando estaba allá en DF, caminaba tan apurado pensando en todas esas cosas que eran tan importantes y que hoy no puedo ni recordar…

Hace una semana estuve en San Francisco, California por temas de trabajo. Aunque ya conocía la ciudad, siempre es un placer caminar por esas calles y escuchar esas historias de las miles de personas locas que viven allá. Volver a fumar fue un placer que no puedo describir con palabras. Siento que me conecté con una parte de mi que no viajó a Medio Oriente, una parte de mi que esta creciendo como una semilla entre la tierra de mi continente americano.

Volví a sentir placer por caminar las calles, por buscar sin encontrar nada en particular y de increíblemente cruzarme con conversaciones y emociones que no me acordaba como se sentían. Y como dije antes, sé que no existen. Todo aquello que no se captura en imágenes resulta imposible siquiera describirlo, como puedo hablar del amor que se metió en mi pecho y que no se ha salido hasta ahora cuando por más que me miro en el espejo yo estoy acá y ya no entiendo de lo que hablo.

He perdido la confianza en lo que mis sentimientos se esfuerzan en reforzarse para sí. Pero tampoco los juzgo, es más, les agradezco su tenacidad y su absoluta carencia de miedo para lanzarse al precipicio una y otra vez sin cesar desde hace ya más de 27 años. Ellos son lo más auténtico que me queda de esta personalidad globalizada que me adorna.

Ni mi lengua esta exenta de esta violenta transmutación que ahora gracias a la influencia argentina está sufriendo a últimas fechas mi lenguaje, al menos mi esencia sigue inmutable… Como si yo tuviera que ver algo con eso.

Dubai es una puesta en escena que se sostiene con pinzas detrás del escenario en donde nadie mira el esfuerzo de quienes con sus vidas hacen posible el desperdicio más elegante de la historia.

Honestamente me he llegado a encariñar con esta tierra y estando en tierras lejanas tuve el genuino sentimiento de extrañar volver. Ahora estoy aquí, sentado frente a un ordenador que no es mío, escuchando música de un paisana y pensando en que demonios hago aquí, pero no aquí Dubai, sino aquí en esta vida.

Apreciable lector si este texto hasta el momento le ha parecido melancólico, por favor no se confunda. La realidad es que hay una parte de mi que se ha muerto para siempre, puedo ver una capa de mi corazón caer al piso para mostrar el nuevo y recién cubierto artefacto que se encargará de proveerme la fuerza física y emocional para seguir descifrando esta división de 4 cifras que se llama existencia.

No hay mucho que decir, la vida acá es igual que en cualquier lado, tan costosa como en cualquier ciudad promedio del mundo, la experiencia social es tan rica como en cualquier ciudad en donde se entrelazan más de 3 nacionalidades en mismo recinto.

Pero ahora se levanta una esperanza en mi, y de ella me valgo para sonreír y luchar como si no tuviera miedo a la muerte.

Afortunadamente hay un misterioso poder que emana de mi y que tiene la capacidad de influir en las demás personas, y si bien aún soy sumamente vulnerable al contacto con otros seres humanos, en esta interacción encuentro mi vocación, mi placer y mi proyecto de vida.

Tengo la sensación de que la vida es un proceso más largo del que puedo vislumbrar, pero del que inevitablemente seré silencioso testigo durante todo su transcurso y a través de su extinción.

Un día veré a la vida salir de mi cuerpo a través de mi último aliento, pero antes de eso hay muchas exigencias universales que se me han encomendado. Y confieso que las cumpliré con mucho placer y pasión.

P. S. Hong Kong está increíble!

Para ver imágenes del viaje pueden entrar a: http://www.dfproducciones.org

Two months in Dubai

Querido diario:

Llevo un poco más de dos meses viviendo en Dubai, no me gusta.

Soy optimista y veo muchas cosas buenas que pueden emanar de vivir en esta región del mundo. Sé y siento que es un lugar que ha estado habitado por hombres por muchos años, se siente en el ambiente y en las miradas de los locales, la perpetración y adopción de muchos de los vicios humanos, de entre ellos destaca la depresión y el egoísmo.

Sin embargo son pocos los locales. Este lugar esta lleno de la vitalidad que fluye de los sueños de los que llegamos a esta tierra en busca de nuevos horizontes. La ambición es el primer motor de muchos, por eso se siente tanta vanalidad. Otros sólo quieren sobrevivir y llevar algo de sustento a quienes viven en la miseria asiática y africana, de ellos proviene la esperanza y el deseo de hacer nuevos amigos, de ahí vienen las verdaderas sonrisas, son personas de confianza y con corazones buenos, generalmente explotados intensamente por el capitalismo y los amos blancos.

Esta tierra no es de árabes, el único que manda en estas tierras es el dinero.

Salir a la calle sigue siendo un hermoso espectáculo de diversidad, de belleza en todas sus presentaciones y un carnaval de idiomas y expresiones, del que honestamente cada vez comprendo más pero entiendo igual o menos.

Ya distingo entre el arabe y el hindi, aún no entre el árabe y urdu; distingo con claridad el aleman, el frances, el italiano, el inglés de Londres, el de Liverpool, el de Escócia, el de Irlanda y el de Sudafrica.

Mientras escribo esto estoy en el metro camino a WTC a una cita con una Agencia. Frente a mi hay un hombre asiático vestido de arabe y con gorrito turco, junto a él un hombre moreno árabe con sandalias y un portafolio. En el costado izquierdo una hermosa mujer árabe cubierta, pero con ropa de colores, un par de niños y otra mujer que debe ser su madre; más a la izquierda un grupo de chicas de España o de Argentina, no estoy seguro aún pero hablan español, del otro lado muchos hombres de baja estatura principalmente hindus, de Bangladesh y también de Filipinas.

Una chica muy hermosa de tes morena, ojos enormes, cabellos rizados todos estirados por un chongo está escuchando sus audifonos y mirando hacia afuera a través de la ventana. Los idiomas escandinavos en el horizonte que no puedo mirar sugiere algunas mujeres bellas que no tendré el gusto de mirar.
Se parece al metro del DF, casi todos miran al suelo y se muestran ausentes de su presente, zapatos bien lustrados y sandalias, camisas fajadas, cinturones y portafolios. Más hombres que mujeres.

La presentación de hoy fue un éxito (la primera cita del día de hoy), se quedaron rapidamente sin preguntas y no cuestionaron uno sólo de los elementos presentados. Acordamos revisar juntos los sitios y espero en verdad que podamos trabajar juntos. El equipo lo compone un egipcio, un árabe y una serbia.

«Doors closing»
En todos mis sueños siempre estoy a punto de fumar marihuana, pero algo sucede. Siempre estoy en México aunque siempre de manera transitoria, sueño con toda la gente que extraño, a veces en roles que no son su realidad. Siempre suceden cosas increibles, usualmente voy a los mismos lugares, lugares que cuando despierto sé, que al menos en este mundo, no existen.

Siempre quiero seguir durmiendo, mis sueños son increibles. Lo primero que miro al despertar es el desierto por mi ventana.
Tengo un poco de tiempo asi que me sentaré en el lobby del Fairmont Hotel a terminar de escribir este texto.

Estoy muy contento de poder escribir, me da placer cuando surge la necesidad y no me puedo detener, el otro día me recordé que quiero escribir películas, y me dió gusto sentir que aún mantengo el deseo.

El trabajo es bastante horrible, pero hay personas valiosas que me hacen seguir adelante, sé que tengo la capacidad y la obligación de hacer de ese entorno un lugar mejor. Confieso que me emociona hacer propuestas y exponerle a las agencias, hacer su trabajo con gusto para no tener que estar todo el día en la oficina.
El equipo de rugby es una bendición y una perdición, el otro día en un Bar en el Financial Center nos tomamos como 10 Jagger Bombs, recuerdo que pasé un par de horas muy felices y luego no recuerdo nada más, afortunadamente desperté en mi cama.

Apararentemente me cambiarán de depa a JLT o tal vez solamente lleguen unos argentinos a habitar lo que hasta hoy ha sido mi apartamento. Pues enhorabuena que venga la convivencia.

No he salido mucho, y paso mucho tiempo en el trabajo, voy a casa, duermo, despierto, trabajo, cocino, limpio, entreno, duermo, y asi más o menos pasan mis días.

Algunos días estuve muy triste y me regañaron en mi trabajo, no por estar triste sino por perder el tiempo.
Hoy todo esta bien y no me quiero detener en las emociones que, con la belleza del presente, se diluyen lentamente. Siento mucho amor que viene de muchos lugares distintos y me alimenta el alma y me da fuerza para seguir. Sé que voy a seguir hacia adelante y que cosas más grandes que mi comprensión se acercan a mi vida.

Es mentira que todas las patrullas aquí son lamboghinis.

Me gustaría escribir más y producir videos para DF Producciones, muy pronto compraré mi nueva Mac y lo haré por las noches.

También iré al gym y ya no seré el enano del equipo. Aunque Danny Rapello también es un enano y anotó dos tries con los 1’s el juego pasado, ya veremos como va eso.

Por el momento se viene el finde y yo sólo quiero leer mis textos de Filosofía en México, y si, sigo en la UNAM, todo lo hago online, bendita tecnología.

Me deparan muchas aventuras, por ahora debo ejercitar la paciencia, y la constancia, control sobre mis emociones y apreciar intensamente lo más diminuto de cada día, porque ahí está todo lo que tengo ahora… Y bueno en realidad siempre.

Busquemos algo de comer 🙂

(Todas las fotos son del mismo día, de la zona del WTC, Dubai)