El amor no duele, si te duele no es amor.
Te duele tu ego, tu miedo y tus deseos de que el mundo sea tu efímero fantasía.
Pero realmente el amor nunca se termina, no se puede. Permea y vive por siempre en todo lo que toca, sino entonces tampoco es amor.
Deseamos que los demás sean como a nosotres nos gusta. Y cuando eso no se puede, entonces no estamos a gusto. También nos gusta vivir en la ilusión de las cosas materiales que duran por siempre. Recuerda que la vida es un ciclo y nada es permanente, soñar con la permanencia eterna de una persona, es una necesidad cínica que sí causa dolor, sin duda, pero… Si, adivinaste, eso no tiene que ver con el amor.
Cuando sueltes a todos, cuando aceptes que todos se irán y que nadie nos pertenece, que cada instante con cualquier ser amado es un regalo y si no puedes verlo, vivirlo, sentirlo, respirarlo y hacerlo tuyo, no te preocupes tienes toda la vida para tratar.
Estamos tan acostumbrados a experimentar las relaciones de pareja desde el tener y no tanto desde el ser, nada es tuyo, nadie es tuyo, la ilusión del tener te puede costar la felicidad.
Pero volviendo a esos corazones que «se parten» hay que hacer memoria de cómo nos educaron y como decidimos vivir «el amor» que es más bien la experiencia de buscar la compañía de otra persona, bajo un esquema de premisas inventadas que nos parecen necesarias, pero que también son ambiguas y no siempre se respetan siendo generalmente otros factores inesperados los que hacen que esas reglas ya no sirvan de nada. En fín, respira profundo. ¿Quién eres? ¿Qué es el amor para ti? ¿Te amas a ti mismo?
Hemos decidido jugar el juego. Hemos voluntariamente entregado nuestro destino al azaroso camino de la infatuación humana, ¿Realmente estamos buscando un alma gemela? ¿Estamos buscando escapar del vacío del uno mismo? Creo que a mi simplemente me parece de los sentimientos más sublimes el poder interactuar con otra persona solamente a través de la mirada.
Igual no esta mal sentir, cada quien siente como quiere y creo que ese es nuestro regalo. Pero recuerda, que solo tú eres responsable de tu vida y de las cosas que pasan en ellas, mientras decidas ser la víctima le darás el poder al mundo de que haga contigo lo que sea. Nadie es perfecto, todos nos equivocamos siempre, toca ser paciente un uno y amoroso con el otre.