Hoy con mucho amor comparto dos lecturas que me sacaron de esta vibra baja de miedo y desesperación.
El primero es un texto en inglés sobre un viaje de Ayahuasca y lo que nos enseña sobre el coronavirus, es una excelente lectura.
URL: https://medium.com/@azrya/what-psychedelics-told-me-about-the-coronavirus-730a4a6b9714 What Psychedelics Told Me About The Coronavirus by Azrya Cohen Bequer
Y el segundo es un «amigo» que ha decidido hacerse el misterioso en esta su primera publicación en esta espacio, misterio que respetaré y sin más preámbulo aquí los dejo en medio de esto:
Conexión
Wow, que situación más rara ¿no? Te escribo sin conocerte, sin ponerte cara y sin saber quién eres… pero sí sintiéndote, vibro contigo al igual que tus latidos, empatizo con el ruido de tu mente y los pensamientos que generas, pues son los míos. ¡Respira!, yo también lo hago.
¿Vamos otra vez? ¡Va! Una bocanada de aire tan profundo como podamos para sentirnos nuevamente. Ya te tengo, ya estamos conectados. No me sueltes que yo no lo haré y si sentimos que nos alejamos, ya sabemos… Respiramos. Nuestra respiración es el nexo que nos une a todos, no puede haber aislamiento si seguimos respirando, nada podrá con nuestra resiliencia si… ¡Respiramos! Podemos emplear esta “magia” con todos, con cualquiera, si quieres puedes traer a tu mente a alguien más con quién quieras compartir tu energía. Eso es y ahora… ¡Respira! Ya lo tienes 😉
Me alegra sentirte bien, con ánimo y ganas de seguir conectando. Me da mucha vida sentirte a mi lado.
Si puedes, aíslate de tu teléfono, olvídate del WhatsApp por horas o incluso días. Ten en paz tu mente y manda luz a quién lo necesite. La distancia entre nosotros, los humanos, es tan real como queramos que sea. Cierra los ojos, respira e imagina con quien quieras conectar, siente lo que esa persona siente, imagina un rayo de luz saliendo de tu corazón y llegando al suyo. Comparte tu luz, sí lo sé, no sientes tener tanta ahora pero el canal que establezcas es bidireccional y con cuantos más corazones conectes mayor será la red.
Si lo sientes así, deja que tus lagrimas recorran tus mejillas, hay quien dice, y yo lo creo, que llorar es hablar con Dios. Libérate de los pesos que te lastran para sanar.
Esto, como todo, pasará y te hará más fuerte.
Abrazo cósmico.
G;