Ese aroma anacrónico,
tan dulce, tan delicado,
tan descarado que lo puedes tocar,
Empezó alguna vez en algún lugar,
tu lo hiciste propio y así lo aprendí,
mis ojos necesitan verte para saber que estas ahí.
flores, belleza, inocencia y brillo,
tonos rosados, azules y morados,
que me provoca sed de tus labios.
Ahora cuando respiro,
te extraño,
en mi ropa encuentro partículas de tu perfume,
y me golpea la nariz,
con dulce violencia.
Ese perfume que se queda en mí.