Le escribo al amor que se fue,
pero también al que jamás tendré,
ambos me escuchan al mismo tiempo,
y ninguno tiene nada que decir.
Entre los besos del pasado,
y los del eterno mañana,
esos que no vienen,
y estos que no se van.
Esa que me llama,
y la que nunca me habrá de llamar,
todos los besos que existen,
y los que jamás existirán.
Descanso en silencio pensando,
abrazo tus besos que no tengo tiempo de extrañar,
Añoro los que no me quieres dar.
Y respiro tanto amor,
que me asfixio de tristeza,
de nostalgia de amar.