Hoy soy ese dibujito que mira al horizonte.
No puedo hablar de estos temas con el Dr. Jones pero tenía que contarlo de algún modo. Tenemos 4 meses atrapados en este submarino y parece que estamos cerca de la famosa isla de Cayena. Estoy harto de mis discos de guitarra clásica pero admito que aún lloro de felicidad con mis discos de flamenco de Andalucía.
Si he de morir aquí con esta gente loca y sin comida, o si nos abraza la fama y se comprueban las historias que hablaban de un universo paralelo en las profundidades del mar, en cualquier caso no quiero morir sin contarte esto.
Vivo en una realidad paralela, siento que mientras duermo los otros existen y viceversa, aunque hay muchos otros, ¿Por qué como siempre, quiero coincidir con unos otros en particular?
Hoy me vi de nuevo atrapando recuerdos en bolsas de algodón que comienzan a ensuciarse y su apariencia es de aquella persona que comienza a acumular basura. No todos somos acumuladores materiales necesariamente, algunos también acumulamos emociones. La verdad es que dije que estaba bien pero me ardió el corazón todo el día de pensar que estabas molesto conmigo. Trate de alejarme de esos pensamientos horribles pero me era imposible.
Entraba de nuevo y pensaba, porque el tiempo pasaba y podía escuchar el silencio de algo que no se encuentra ahí, un silencio combinado con un hilo de frío, como si una clavija de luz se hubiera desconectado por un momento. Me refugié en mi lectura y empecé a conectarme con la perseverancia y lo absurdo del miedo, la capacidad infinita de resolver todo por medio de la creación consciente, evapora de la existencia toda posibilidad de fracaso, a menos que nos dejemos devorar por el miedo. Mi mente me hace esto todo el tiempo, me intenta destruir, quiere acabar conmigo, es más creo que ya lo hizo.
En aras del fin del mundo te quiero hablar de una diva increíble que se fue a buscar sus sueños por el mundo a los Estados Unidos, nadie sabe que va a pasar pero esa deliciosa hambre de alimentar el corazón de sueños abstractos e intensos, o coloridos y profundamente vívidos, me parece inspirador y celebró toda intención de sembrar una nueva semilla. Es curioso porque existe en una dimensión paralela, en donde otro ser hermoso, ha decidido dejarlo todo haya en los United para volver al DF, osea no a la CDMX men al df!
Nada más bello que las confesiones de medianoche, es ese lugar donde se dice todo lo que no debía decirse y sin embargo es la emoción de desenredar las verdaderas buenas historia. Es un regalo que solo la narrativa puede regalarnos. Gracias narradores. Pero hoy de plano hasta llovió, cuando el corazón me explotaba, cuando ya no eran dudas sino vidrios en formas de espinas, el cielo empezó a romper y las personas a llorar por dentro. En esos años, ponían en las pantallas del transporte, anuncios sobre el «invierno emocional» y lo importante que es pedir ayuda. Al final escribir es una forma de ayudarse a sí mismo. Lo vulnerable del lenguaje ante lo áspero de la experiencia.
Así llegaron de repente todos los tripulantes del C5 a convertirse en seres muy extraños algunos empezaron a comerse a sus «compañeros» y no solo a los que habían muerto.
Ya había separado el bocadin, estaba en plan de comerselo. Pero intempestivamente saltó sobre el bubulu y lo devoró con brutales mordidas, Tuvimos que aislar toda una nave del C5 para aislar a los caníbales, todavía no sabemos qué nos depara el aterrizaje.
El bubulubu era una de esas personas que siempre saben qué decir. Incluso en las peores ocasiones el bubu siempre te decía, no importa, lo bueno es que.. No importaba el tema ni cuantos segundos habían pasado después que el alguien tirara el vinagre con atomizador sobre nuestras moyeritas, bubu siempre nos rociaba con el agua de ángeles de sus palabras sagradas. Ahora sólo su reloj de muñeca con la carita de Homero Simpson vestido de diablito, es lo único que nos abraza de la hoy extinta presencia de Don Bubulubu.
No tengo mucha más tinta en este cartucho, debo volver a la zona de provisiones, sólo faltan 9 meses para saber si la comida será suficiente. Entre el ascetismo y las alucinaciones por la falta de luz y sueño, la percepción del tiempo se vuelve complicada, hace sólo 5 meses que nos embarcamos, 4 que nos sumergimos, pero realmente, ¿Cuando nos habremos vuelto locos?