Siempre que se habla de un orden superior, se entiende cierta obligación aunque puede ser también compromiso. ¿Cón que nos comprometemos?
Este es un agradecimiento al universo por su luz y su enseñanza, por su magia y sus personas, que están por todo el mundo y que naturalmente se cruzan con el devenir de los demás.
Que sigan creciendo frutos dulces de tu tierra fuerte y luminosa, que se apague poquito a poco el hambre, que se limpie de odio el ser humano y se reencuentre con la tierra y con su hermano, el lobo.
Que todo se transforme en donde haya más curiosidad que miedo, donde haya buena intención antes que apatía y resignación, que aguanten los que se equivocan porque gracias a sus errores todos aprendemos. Gracias a los que lo intentan y a los que fracasan para ayudarnos a seguir viviendo. Aquí estamos hermanos, nosotros también lloramos, también queremos verte sanar y reir.
Si tienes mucho miedo deja que tus demonios te coman y cuando que renazcas vive sin ese miedo, empieza a volar, a sentir el amor del universo.
Namaste hermanitos cósmicos,