Con el tiempo mi trágica y romántica historia de amor parece sólo una triste necedad. Como las ilusiones infantiles nos iluminan el alma intensamente los momentos y los encuentros, pero igual que los niños debemos olvidarlos y mirar de nuevo hacia lo demás.
Con el tiempo he llegado a pensar que la necedad bien enfocada puede ser tenacidad, y hasta ambición… por lo que no estoy tan seguro si quiero ser necio.
Pero en fin todo pasa con el tiempo.