Te cambio la mitad de mi cerebro por un minuto de calma,
todas la noches de desenfreno por una a tu lado,
cualquier placer físico por una sonrisa,
y todo el poder terrenal por un abrazo sincero.
Todos mis libros por una persona honesta,
Toda mi ropa por una persona menos muerta,
y lo que sobre por un ápice de esperanza.
Por lo menos una muerte silenciosa,
y eterna paz,
llévate la razón que no sirve para nada.