Las noches se sientes calientes aún por las noches,
es la fiebre que provoca el miedo.
La cama se vuelve enorme,
un remolino incontenible de furía,
es el tiempo que se detiene.
El agua parece fluir tan rápido,
se lleva todo… los aromas se resbalan de las cosas,
son los violines graves y lentos en mi cabeza.
Colores luminosos terroríficos,
las voces de todos me llaman al mismo tiempo,
es la confusión y la nostalgia de la soledad.
Son unas manos, unas miradas,
que pretenden ser familiares pero me asustan,
es la fuerza del tiempo que comienza a avanzar.
La luna creciente parece sonreirme con sarcasmo,
y yo les responde con aún más,
es mi mente haciéndose cargo de todo otra vez.