La sangre que emana de mi dedo pulgar

Infringiendo dolor ardoroso,
con cambios abruptos de humor,
mi dedo sangra lentamente,
causándome un sordo e intenso dolor.

No tengo ganas de sanarle,
creo que el día de hoy puede morir,
Sólo me queda mirarle,
Intentar que sonriendo lo deje de sentir.

Ahi esta el pobre con cara triste,
Retorcida su uña desangra en paz,
Recuedo los tiempos en que algo mal hiciste,
y escapabas a gritos por la puerta de atrás.

Ya no sufras más pobre dedo incomprendido,
vive y levanta tu cara de la suciedad,
si no eres fuerte quedarás por siempre hundido,
como millones de almas quedan en la humanidad.

De pronto entiendes y te secas las lagrimas amargas,
Esos gajos de carne se caen y se levantan,
Deja ya esas horrendas horas de agonías largas,
Respira y olvida las cadenas que atan.

Vive los momentos que te quedan junto a mi,
Si no nadie más lo hace, ¿Porqué te juzgas?
Y si hemos de ser infelices, seamoslo pues al fin,
Si no hay más nada que pulsar, ¿Para qué culparnos?

Es tiempo de sentir más lo bueno,
de apretar sin miedo a morir,
Morir a todo lo que tengo,
y escribir con tus fuerzas lo que tengo que decir.

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