Siento sin entender

Camino sobre rocas afiladas y rojas,
las olas del mar golpean la roca y mojan mis tobillos;
Miro del otro lado de la bahía las brillantes luces del mundo;
Escucho las mil voces que me gritan palabras insensatas.

No puedo mirarte ni dejarlo de hacer;
No puedo pensarte ni dejar de en ti pensar;
Sólo cuando me besas se acallan aquellas voces;
Sólo entre tus brazos me siento mejor.

Entre tanto ruido no se escucha nada más,
que el tierno latir de dos corazones heridos,
uno por el tiempo y el miedo, otro por el otro corazón.

Dejemos volar al tiempo las alas del viento;
Vayamos despacio y volvamos sin prisa,
No hay nada más allá de lo que ha sido;
Todo el camino se ve nuevo y lleno de luz.

Deja que se caigan de los arboles todas las hojas,
y que la arena se meta en tus zapatillas,
que los mundos, infiernos, paraisos, angeles y demonios,
esta noche no nos interrumpan.

Que nada que haya vivido, muerto o existido,
nos podrá entender jamás.

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