Volver a Intentar

Son tu manos girasoles, tus dedos petalos y sueños luces de colores;
Es tu boca cascada, tus palabras gotas de lluvia que calman la sed del mundo;
Tu belleza es esperanza y sueños de todo lo vivo.

Fuerte como el viento de la tormenta;
Como los altos robles sostienes madurez infinita;
De los guerreros antigüos tienes el coraje;
Perdonas hasta que duele;
Tu voluntad nada la detiene;
Es tu miedo sabio y te habla la verdad;
Son mis miedos los que amenazan nuestras ilusiones;
Se desdibujan en la bruma los sueños que van.

Se vienen tiempos tempestuosos de guerra;
Lloverá fuego y se llenará el aire de cenizas tibias;
Es tiempo de luchar y de perder sangre en el camino;
Es hora intentar probar la punta de las nubes con nuestros besos;
Correr juntos por un mar azul sin fin;
Seguir escribiendo historias en la arena y en la piedra;
Sobre las lágrimas, sobre las rocas;
Bajo las noches de luna y las tardes de ardiente espera;
Hagamos de las sábanas que nos cobijaron, cortinas que nos protejan y difuminen el Sol para nosotros;
Cubramos nuestras almas del frío;
Comamos queso y bebamos vino;
Probemos un poco de tu boca enamorada;
A la luz de tus ojos verdes por la mañana.

Entre las rocas crecen los lirios;
Entre tus ojos encuentro el sentido;
Lógica es tu espera, tu miedo, tu dolor;
La suave arena vive y por siempre;
Lleva a aquellas rocas como ancenstros.

No pido segundos, ni pido tiempo;
Llenar tu vida de flores, hacer con nuestros sueños muchos colores;
Regalarte por siempre mi vida en pequeñas dosis;
Una por día… Y así para siempre;
Curar tu alma y la mía.