El protector

Se acerco a su protector tanto como la luz cegadora que emanaba le permitió, estaba cansado y harto de peregrinar y con esfuerzo al fin pudo pronunciar la pregunta que hacia años había deseado encontrarle respuesta: ¿Cuándo encontraré a mi alma gemela? pregunto el muchacho al borde del desmayo, con una sensación de alivio pues finalmente su tan ansiado deseo tendría una fecha de llegada. -Nunca. -contesto el protector. -Nunca, encontrarás a tu alma gemela, de hecho tu no tienes algo parecido a eso que tu llamas «alma gemela». Eres un soldado de la luz, tu misión es unificar y sanar de entre los hombres las riñas y las asperesas. No tienes la capacidad de amar como lo hacen los humanos, eres muy fragil y aún la mujer que es la más frágil de los seres humanos es inmensamente más fuerte que tu, esa es en gran medida la razón por la cual a ellas no les atraes. Tu vida es un camino de servicio, eres el sembrador y eres el iniciador para muchos de los seres humanos, deberás ir y sembrar. Siembra todos los días, no dejes de sembrar, habla con la gente y escucha a todos con atención, tu espiritu está diseñado para absorber todas las impurezas del mundo, eres un filtro por el cual se queda la maldad y se desvanece. Esa maldad es la que acabará por arrebatarte tu cuerpo, pero tu espiritu quedará intacto pues lo que emana de ti, aun en tu ignorancia, eres luz.