Un segundo,
pero sabe mucho tiempo,
a veces saber a eternidad,
a veces,
no sabe a nada.
maldito instinto insaciable de los humanos,
bendito reencuentro con lo puro,
atrapado inapartablemente,
del choque de dos consciencias.
unidas por el deseo,
la fuerza,
o la curiosidad.