Allá va,
un angel triste,
un breve engaño,
esos sonidos que piensan que son ruidos.
Besos de sal,
de vuelta a tus labios,
horizontes rojos,
sin rumbo.
Se pierde,
lo que no se explica,
cambia,
cuando despiertes.
Otro 16,
y después,
todavía unos momentos,
desde aqui,
saber que estas bien.
Ese «saber que estás bien» es un colofón hermoso
Me gustó llegar y pasearme por tu BLOG
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