Es la violenta historia de nuestras vidas.
Escritas en rocas filosas cubiertas de arena, de sal y de almas pasajeras.
Sólo entonces nos volvemos Nosotros.
Sin tanto decoro y con pocas razones razonables.
Más bien siguiendo nuestro instinto lógico, poco común.
Así nuestros besos saben más dulces que los demás amores terrenales.
Cuando las aves emprenden vuelo nosotros volamos más alto.
Se han golpeado fuerte los humanos contra si mismos y sus espíritus estan sangrando.
Los mortales piensan que es malo sangrar.
Entre espadas, rufianes, engaños y balas nos amamos.
En medio de una tormenta, en el vórtice asesino nos damos un beso.
Nadando en el ataque visual de la gran manzana nos juramos amor.
Y con espadas, alaridos, dolor, pasión, miedo e ilusión.
Secamos nuestras lagrimas y decidimos amarnos.