Gracias a nuevas herramientas, ahora es más sencillo publicar. Por eso es importante ejercitar la escritura libre, y sin mucho cuidado, sin caer en el abandono, pero casi casi que mirando al error ortográfico con nostalgia, como cuando se imprimía con errores porque ya no daba tiempo de corregir.
Ahora todo tan lavado, perfeccionado, pulcro, prolijo, «perfecto».