La historia de ayer fue tan única como todas las que se pueden vivir en una ciudad como la Ciudad de México, una vez más un ciudadano entra en contacto con la burocracia policial de este país. No sé si sentirme halagado o insultado.
La historia de ayer fue tan única como todas las que se pueden vivir en una ciudad como la Ciudad de México, una vez más un ciudadano entra en contacto con la burocracia policial de este país. No sé si sentirme halagado o insultado.